En una ceremonia especial en el vestuario, Wilhelmina Attles, la esposa del fallecido miembro del Salón de la Fama Al Attles, le entregó a Steve Kerr el balón del juego después de que él superó a su esposo y se convirtió en el entrenador con más victorias de los Golden State Warriors en todos los tiempos en la NBA.
“Fue un gran momento recibir el balón del partido de manos de la familia Attles; fue realmente hermoso sentirme honrado con su presencia”, dijo Kerr. “Obviamente, Al Attles es el Sr. Guerrero para siempre y el récord es un poco surrealista, incluso pensar que esto podría suceder. Pero como dije antes, es un reflejo de la fortaleza y estabilidad de nuestra organización y del nivel de talento de los últimos 11 años desde que estoy aquí, así que tengo la inmensa suerte de formar parte de esta organización y de esta ciudad. Me siento muy honrado por este honor debido a la grandeza de Al y lo que significa para la franquicia”.
Kerr, de 59 años, ha sido una presencia estable en el banquillo y guió a los Warriors a su primer campeonato en 40 años durante su primera temporada, la 2014-15. Además, se ha apoyado durante mucho tiempo en su amplio cuerpo técnico.
Para comenzar la temporada 2015-16, el asistente principal Luke Walton guió a Golden State a un comienzo de 24-0 y una marca general de 39-4 antes de que Kerr regresara después de una ausencia prolongada mientras lidiaba con complicaciones debilitantes de una cirugía de espalda.
Esas victorias aún cuentan para el total de Kerr. Ahora tiene un récord de 558-302, alcanzando la marca en su partido número 860, mientras que Attles tardó 1075.
Un gran recorrido en la NBA
Attles murió en agosto a los 87 años. Entrenó a los Warriors, campeones de la NBA en 1975, y pasó más de seis décadas en la organización como jugador, entrenador, gerente general y embajador del equipo.
Kerr incluso rindió homenaje a Attles vistiéndose con un traje estilo años 70 y valoró todo lo que Attles significó para la franquicia durante seis décadas, incluyendo su estilo característico: "Se veía mucho mejor con el traje informal que yo", dijo Kerr.
“Crecí en Los Ángeles, en la preparatoria, como fan de los Lakers y oía a Chick Hearn hablar de Al Attles desde la banda, lo veía por televisión, veía su campeonato del 75; era una figura icónica de la NBA”, dijo. “Ni siquiera pensé que podría entrenar en la NBA, así que cuando lo sumas todo y terminas aquí, superando a este ícono, no tiene sentido. Soy muy afortunado de vivir la vida que tengo y de haber recorrido este camino”.
FUENTE: NBA