El París Saint-Germain (PSG) que llegaba a Birmingham para defender el 3-1 cosechado en la ida de cuartos de final, perdió el martes 3-2 contra el Aston Villa, pero logró avanzar a sus segundas semifinales de Champions League consecutivas.
Cuando los locales parecían abocados a la remontada, se toparon con los guantes del arquero italiano Gianluigi Donnarumma, salvador para los suyos.
Así, el entrenador español Luis Enrique ha logrado ya como mínimo igualar el resultado de su primera temporada como entrenador del PSG en la máxima competición continental, con un plantel que ha perdido desde entonces a Kylian Mbappé pero que ha ganado en mentalidad y solidez.
En su camino a la final, el PSG podría reencontrarse con el Arsenal, verdugo del club francés en la fase de liguilla (2-0)... o con Mbappé, si el Real Madrid logra dar la vuelta el miércoles en el Bernabéu al 3-0 recibido en la ida en Londres.