Condenado por agresión sexual, pero absuelto de coacciones, el expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales deberá pagar una multa de 10.800 euros (11.300 dólares) por el beso que le impuso a la jugadora Jenni Hermoso, una pena muy por debajo de lo que pedía la Fiscalía.
El fallo estipula también que Rubiales no podrá acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y tampoco podrá comunicarse con ella durante un año.
La decisión "se puede recurrir ante la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional", precisa el tribunal.
Durante el proceso, la fiscalía solicitaba para Rubiales dos años y medio de prisión, un año por agresión sexual, por el beso en sí, y un año y medio por las presiones ejercidas sobre la jugadora para minimizar el gesto.
En la recta final del juicio, celebrado durante varios días a inicios de mes cerca de Madrid, la fiscal Marta Durántez había concluido categórica que el beso que Rubiales le había impuesto a Hermoso tras el triunfo de la selección española en el Mundial femenino, el 20 de agosto de 2023, había sido "no consentido".
Símbolo
Erigida en símbolo de la lucha contra el sexismo en el deporte, Hermoso reiteró ante el juez durante su declaración al inicio del juicio que aquel beso nunca debió ocurrir, que no lo autorizó y que se sintió "poco respetada".
La goleadora de la selección española, y actual delantera del Tigres mexicano, relató las "incontables" veces que le pidieron desde la RFEF que se pronunciara para quitarle importancia al escándalo.
Rubiales, por el contrario, declaró en el tribunal estar "totalmente seguro" de que Hermoso consintió al responderle "vale" cuando le preguntó si le podía "dar un besito".
"Yo he pedido perdón por mi comportamiento porque no fue adecuado y estando en esa tarima tenía que haber tenido la sangre más fría y no haberme dejado llevar por la emoción", explicó el exdirigente.
Su abogada, Olga Tabau Martínez, pidió su absolución, alegando que su conducta fue "inadecuada" pero no "delictiva" y negando cualquier coacción, afirmando que no hubo intimidación en las solicitudes de Rubiales y su entorno a la jugadora para que se pronunciara sobre el beso.
Los otros tres acusados por coacciones, el exseleccionador de la Roja femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera y Albert Luque, que solo eran juzgados por este delito, fueron absueltos.
Varios frentes
Desde una reforma del Código Penal español el año pasado, un beso no consentido puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.
"Cuando no hay consentimiento hay agresión y eso es lo que certifica el juez en esta sentencia", escribió la ministra española de Igualdad, Ana Redondo, en X tras conocer la sentencia. "Con independencia de que se recurra por parte de la Fiscalia, la palabra de la víctima se respeta, tal como marca la ley, y no debe cuestionarse", agregó.
Rubiales, de 47 años, dirigió la RFEF desde mayo de 2018 hasta septiembre de 2023, cuando se vio obligado a dimitir ante la magnitud de la controversia.
El expatrón del fútbol español también es investigado judicialmente por presunta corrupción y contratos irregulares durante su presidencia de la RFEF, en particular el acuerdo que llevó la Supercopa de España a Arabia Saudita.
El juicio a Rubiales y su entorno cercano se convirtió en un símbolo en la lucha contra el sexismo en el deporte español y dio lugar a la etiqueta #SeAcabó, bandera de un movimiento de apoyo a las jugadoras.
FUENTE: AFP